Sueño fraternal

soñe que los amaba formabamos una extraña y frágil sociedad, los cachorros corrían por esa cima libremente, yo viajaba de tiempo en tiempo, primero con uno después con otro, siempre pensando en el amor que les profeso pero de pronto me dijeron NO ¡tu no me amas y yo a ti tampoco!

así con la tranquilidad del sueño lo acepté...

quizá deba tomar una intensiva terapia

Disfraces

Detrás del antifaz de héroe, de la máscara de luchador, de las mallas entalladas de un jugador de americano, del tutu de la bailarina o simplemente detrás del gafete de autoridad en el área de baños de un edificio, todo es más sencillo.

Pertenecer a un club, tener control sobre algo, algunos, sobre ti mismo; puedo abrazar y tomar de la entrepierna a otro hombre sin que nadie piense que soy marica, estar con minifalda y no soy mujer de la vida galante, lavar baños pero tengo derechos y libertades que tu nunca tendrás en mis dominios.

Y pues que mejor club que el formado por dos personas que se entienden, que no les importará el que dirán cuando vean la increíble cantidad de cursilerías, fruslerías, encuentros con verdades, amores y desamores puedan o quieran decir a los demás. Así que presento al integrante de este pequeño y agraciado club quien junto conmigo hablará de esas aventuras y cotidianeidades, esas que viven estos dos socios.

¡Bienvenido seas!

¡y a escribir se ha dicho!