jueves, 1 de octubre de 2009

Cuestión de orgullo

Cuando no soy el centro de atención de una fiesta, de un grupo escolar, de mi lugar de trabajo, de mi familia, la verdad es que no importa, cada quien en su mundo yo en el mío y todos felices.

Esa frase trillada de “tu eres el mundo para alguien” siempre me sonó tan falsa, tan cursi ¿Cómo podrías ser tú el mundo, la vida, el oxígeno, el amor, la comida, la muerte, el olvido, la soledad, la miseria, el hambre, la sed, el agua, el fuego…para una persona? Eso es lo que mi conciente me dice, no es posible, es una cursilada, es espantoso pensar que algo así pueda ocurrir, es demasiado para una sola persona cubrir todas esas expectativas de alguien más, simplemente enfermo.

Pero entonces ¿Por qué SIGO CUESTIONANDOME respecto a su cariño por mí? ¿Espero que deje de ver a las demás personas? ¿Qué sus labios sirvan solo para nombrarme a mi, no mas? ¿Qué este dispuesto a deshacerse de sus cosas para compartirlo conmigo? No lo se, ¡es tan complicado el ego!

Recuerdo alguna vez le dije me sentía triste por sentirme no querida, por creer que mi orgullo estaba siendo ferozmente atacado, sus palabras en ese momento me parecieron exageradas y sin embargo tan ciertas algún tiempo después. Su sencillez de pensamiento me gusta, es relajante su modo de pensar, hay tantas cosas que adoro de él.

¿El me adorara igual? O ¿sólo es cuestión de orgullo?