Cosas de tontos

Contigo el carisma nunca se me olvida, tengo la firme convicción de que si estas a mi lado me consolido, y la sospecha de que sospechas cuando me gustas, hay veces que necesitamos señales, me siento extraviado, no me gusta la lluvia ni tampoco caras con secretos personales.

Tengo demasiadas hojas en blanco para escribir todo lo bueno que pienso de ti, el cansancio no me deja pensar con claridad, mi corazón ya no pierde la cabeza, digo demasiadas cosas y todo me parece inútil, hay días que pienso que estoy igual de solo que un perro con alas en el antirrábico: desesperado, con la mirada desahuciada, rodeado de semejantes que tampoco pueden hacer nada, la inspiración se me escasea, demasiadas páginas en blanco, cero poesía en las metáforas, pocas ganas de escribir.

Y cuando lo hago las palabras suenan tan huecas, puedo ser patético y opacarme con un cigarro sin darme cuenta que te hago daño, intento parecer cuerdo y la locura me martiriza, soy poco funcional en un mundo que gira demasiado rápido, cuántas ganas de sentarme en el parque contigo sin hacer nada, tantos deseos de abrazarte, el silencio es la banda sonora de mis noches, una canción de U2 tranquiliza a mis tontos demonios.

Mis fobias son un exceso, mis filias solo unas cuantas, simpatizo muy bien con los débiles, detesto mi cara por las mañanas, me peino con los dedos, no me gusta esta mirada, creo que soy bipolar y mis motores reventaran si me esfuerzo, necesito vacaciones, o tal vez volverme misionero, mejor no, soy malo predicando. “Y no te asustes si actúo como un loco, será la vida que siempre pega un poco”.